La ruta de los caballos y el Té

El viaje que tanto te merecerás estará a punto de comenzar. Tomarás tus maletas y te dirigirás al aeropuerto para iniciar el camino hacia tierras lejanas, donde la espiritualidad, la naturaleza y las culturas ancestrales marcarán cada paso.

A tu llegada a Beijing, sentirás el primer contraste entre tradición y modernidad. Tras el traslado, te alojarás en el hotel, donde descansarás y empezarás a adaptarte al ritmo de este gran viaje que acabará de abrirse ante ti.

Alojamiento.

Desayuno.

A primera hora volarás hacia Dali, una de las regiones más bellas y serenas del sur de China. A tu llegada, te trasladarás a la ciudad antigua, enclavada entre las imponentes montañas de Cangshan, que se elevan hasta los 4.000 metros, y las tranquilas aguas del lago Erhai. Este territorio, habitado desde hace más de tres mil años por la minoría Bai, conserva una identidad cultural única que sentirás en cada rincón.

Recorrerás la ciudad de Dali, donde la arquitectura tradicional Bai se mantiene viva entre callejuelas, patios y fachadas de tonos claros. A continuación, te dirigirás hacia las Tres Pagodas, situadas en el templo Chongsheng, frente al lago Erhai. Construidas hace más de 1.800 años, estas pagodas son el gran símbolo de Dali y el reflejo del arraigo del budismo en la región.

Más tarde, te trasladarás a un hotel con encanto en la población de Xizhou. Al atardecer, subirás a unos tuk tuk que te llevarán hasta las orillas del lago Erhai, donde el paisaje se tiñará de calma y luz dorada. Allí vivirás la cena de bienvenida, el primer gran encuentro del viaje, antes de descansar en tu alojamiento en Xizhou.

Alojamiento.

Desayuno.

A primera hora de la mañana, y antes de que llegue el turismo nacional, recorrerás Xizhou en su versión más auténtica. Descubrirás su arquitectura tradicional y te adentrarás en el mercado diurno, donde los aromas y sabores locales te invitarán a probar algunas de sus especialidades.

Después, pondrás rumbo a Shaxi, una pequeña población situada al sureste del distrito de Jianchuan. Durante siglos, este enclave fue un punto clave en la legendaria Ruta del Té y los Caballos, conectando Yunnan y Sichuan con el Tíbet desde los tiempos de las dinastías Tang, Han y Qing. Por aquí circularon té, azúcar moreno, telas, pieles y productos llegados desde las tierras tibetanas.

Aunque la ruta comercial ya no está en funcionamiento, Shaxi conserva intacto el espíritu de aquellos tiempos. Caminarás por sus calles empedradas y observarás sus casas tradicionales, casi inalteradas desde hace más de mil años.

En ruta, te adentrarás en la montaña de Shibaoshan, conocida como la montaña de los tesoros de piedra. En este entorno natural descubrirás impresionantes esculturas talladas en roca hace más de 1.300 años, que narran la vida del antiguo reino de Nanzhao y revelan la profunda influencia del budismo Mahayana llegado desde el Tíbet.

A tu llegada a Shaxi, comenzarás la visita de este lugar detenido en el tiempo, donde la historia, el silencio y la tradición marcarán el ritmo del día.

Alojamiento.

Desayuno.

Por la mañana te adentrarás en el mercado semanal de Shaxi, que se celebra cada viernes y reúne a la población local en un ambiente lleno de vida, intercambio y tradición. Será el último contacto con este enclave histórico antes de continuar el viaje.

A continuación, partirás hacia la ciudad antigua de Lijiang, uno de los conjuntos históricos mejor conservados de China. Al llegar, descubrirás un casco antiguo que se mantiene intacto, formado por callejuelas empedradas, casas centenarias y pequeños canales por los que fluye el agua pura y helada procedente de la Montaña del Dragón de Jade, cuya cima nevada, a 5.550 metros, es el gran símbolo espiritual de la minoría Naxi.

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, Lijiang se ha convertido en uno de los destinos más visitados del país, sin perder por ello su esencia ancestral. Tras el traslado al hotel, comenzarás la visita de la ciudad antigua, dejándote llevar por su ritmo pausado y su atmósfera única.

Durante el recorrido vivirás un encuentro especial con un chamán de la religión Dongba, quien te introducirá en la cosmovisión y las creencias ancestrales del pueblo Naxi, conectándote con una tradición que sigue viva desde hace siglos.

Alojamiento.

Desayuno.

Por la mañana visitarás el Estanque del Dragón Negro, Heilongtan, un lugar de calma y reflejos construido en 1737, durante la dinastía Qing. Desde aquí contemplarás una de las vistas más icónicas de la región, con la Montaña Nevada del Dragón de Jade elevándose al fondo, majestuosa y siempre presente.

Después, pondrás rumbo a Shangri-La, atravesando paisajes cada vez más montañosos y remotos. En ruta, te detendrás en la imponente Garganta del Salto del Tigre, donde las aguas del río Yangtsé se abren paso entre paredes de roca que alcanzan hasta 3.900 metros de altura. Caminarás junto a una de las gargantas más profundas del mundo, un escenario de fuerza natural y sobrecogedora belleza.

La llegada a Shangri-La marcará un punto de inflexión en el viaje. Situada a 3.200 metros de altitud, en un valle rodeado de montañas, esta población es considerada la puerta de entrada al mundo tibetano. Conocida por muchos como la mítica tierra de paz y serenidad evocada en la novela Lost Horizon, aquí comenzarás a sentir un cambio de ritmo, de paisaje y de espiritualidad que te acompañará en las siguientes etapas del camino.

Alojamiento.

Desayuno.

Hoy te adentrarás en el corazón espiritual de Shangri-La con la visita al monasterio Songzanlin, conocido como el “Pequeño Potala”. Este es el monasterio tibetano más grande e importante de la región y alberga a más de 300 monjes. Al recorrer sus patios, templos y salas de oración, sentirás cómo la espiritualidad tibetana marca el pulso de la vida cotidiana, entre murales, banderas de oración y el sonido grave de los mantras.

Más tarde, pasearás por la ciudad antigua de Shangri-La, donde las influencias tibetanas se reflejan en la arquitectura, las calles y la vida local. Será un momento para observar, adaptarte a la altitud y dejar que la serenidad de este lugar impregne el ritmo del viaje.

Alojamiento.

Desayuno.

A la hora acordada, te trasladarás al aeropuerto para tomar el vuelo con destino a Lhasa, la capital del Tíbet. Desde el aire comenzarás a intuir la inmensidad del altiplano tibetano, un territorio donde el cielo parece más cercano y el paisaje se vuelve esencial.

A tu llegada, te trasladarás al hotel y dispondrás del resto del día libre para aclimatarte a la altura. Será un tiempo de pausa y adaptación, pensado para descansar, respirar con calma y comenzar a sentir el ritmo sereno de Lhasa, antes de adentrarte en su profunda dimensión espiritual.

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Desayuno.

Después del desayuno, vivirás uno de los grandes momentos del viaje con la visita al Palacio del Potala, el palacio más grande del mundo, hoy convertido en museo y símbolo absoluto del Tíbet. Fue residencia del quinto Dalái Lama desde 1649 y de todos sus sucesores hasta el exilio del decimocuarto Dalái Lama en 1959.

A medida que asciendas por sus escalinatas hacia la entrada principal, se abrirán ante ti vistas espectaculares de la ciudad de Lhasa, extendiéndose a los pies del palacio. En su interior recorrerás estancias cargadas de historia, arte y espiritualidad, profundizando en la cultura, las tradiciones y el pasado del pueblo tibetano.

Más tarde, te dirigirás al antiguo barrio de Barkhor y al templo de Jokhang, considerado el alma del budismo tibetano y el lugar más sagrado para sus fieles. Caminarás junto a los peregrinos siguiendo la kora, el camino de circunvalación que rodea el templo, compartiendo un ritual ancestral que se repite desde hace siglos.

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Desayuno.

Hoy tomarás la ruta hacia Gyantse, siguiendo los antiguos caminos comerciales que unían el Tíbet con Nepal e India. Subirás por carreteras serpenteantes hasta el paso de Gampa La, a 4.794 metros de altitud, desde donde se desplegará ante ti la majestuosidad del lago Yamdrok, uno de los cuatro grandes lagos sagrados del Tíbet, de aguas turquesas y rodeado por picos nevados que parecen tocar el cielo.

Continuarás la travesía hasta el paso de Karo La, a 5.159 metros, donde se abrirá ante ti un glaciar que desciende lentamente por las laderas de la montaña Nyenchen Khangsa, un espectáculo de la naturaleza que quedará grabado en tu memoria.

Al llegar a Gyantse, te adentrarás en una población histórica, considerada la tercera más importante del Tíbet. Su Dzong domina el valle y ofrece vistas impresionantes de los alrededores. Aquí, el tiempo parece haberse detenido: Gyantse conserva intacto su carácter tibetano, reflejado en su espléndido Kumbum, la mayor estupa de la provincia, de 32 metros, situada en el Monasterio Pelkor Chode, que visitarás para sumergirte en su espiritualidad y en la historia viva del lugar.

Alojamiento.

Desayuno.

Hoy emprenderás el camino hacia Shigatse, la segunda ciudad más importante del Tíbet, antigua capital de la región de Tsang y sede tradicional del Panchen Lama. Allí descubrirás el imponente monasterio de Tashilhunpo, cuya fundación se remonta al siglo XV y que sigue siendo un centro espiritual vivo.

Te unirás a los peregrinos en la kora, el recorrido de circunvalación que rodea el monasterio, y sentirás cómo la devoción y la tradición tibetana impregnan cada paso. Más tarde, pasearás por el mercado de Shigatse, ubicado en el casco antiguo, justo a las afueras del monasterio. Allí se despliega un universo de artesanías tibetanas: dagas, pinturas thangka, alfombras de Gyantse, joyas y objetos cargados de historia y cultura.

Alojamiento.

Desayuno.

Hoy recorrerás el camino de regreso a Lhasa, un trayecto que te permitirá compartir momentos de viaje con la gente local y observar la vida cotidiana en el altiplano tibetano. Los paisajes se sucederán ante tus ojos: montañas, valles y aldeas que parecen detenidos en el tiempo.

A tu llegada a Lhasa, te trasladarás al hotel y dispondrás del resto del día libre para explorar a tu ritmo la ciudad, pasear por sus calles, visitar los últimos rincones que desees y hacer las últimas compras antes de cerrar esta etapa del viaje.

Alojamiento.

Desayuno.

Por la mañana visitarás el monasterio más grande del Tíbet, Drepung, situado a las afueras de Lhasa. En su momento albergó a más de 10.000 monjes y fue el centro monástico más grande del mundo tibetano, entre los más de 8.000 construidos. Aquí residió la jerarquía Gelup entre los siglos XVI y XVII, antes de trasladarse al nuevo Potala con el quinto Dalái Lama. Al recorrer sus patios y templos, sentirás la magnitud de su historia y la profundidad de la vida monástica tibetana.

Por la tarde, te adentrarás en el monasterio de Sera, uno de los tres más importantes de la escuela Gelup o del Sombrero Amarillo, encabezada por el Dalái Lama. Su principal atracción es presenciar los debates filosóficos que los monjes realizan en el patio trasero del templo principal. Cada día, excepto los domingos, cientos de monjes vestidos con sus túnicas color azafrán se reúnen en pequeños grupos, poniendo en práctica sus conocimientos y enfrentando sus ideas con rigor y respeto. Será una experiencia única para observar de cerca la vida intelectual y espiritual de los monjes tibetanos.

Alojamiento.

Desayuno.

A la hora acordada, te trasladarás al aeropuerto de Lhasa para tomar el vuelo de regreso a casa. Desde el aire, mientras dejas atrás los paisajes del altiplano tibetano, tendrás tiempo para rememorar cada momento del viaje: los monasterios, los lagos sagrados, los mercados llenos de vida y la profundidad de la cultura tibetana que acabas de experimentar.

¡Hasta la próxima!