Jardines que hablan

Llegarás a Roma y, tras el primer contacto con la ciudad eterna, te instalarás en tu hotel. Será el inicio de un viaje que te invitará a mirar Italia desde la calma, la belleza y la conexión con la naturaleza.

Te adentrarás en el animado barrio del Trastevere, donde te esperará uno de los espacios verdes más evocadores de la ciudad: el Orto Botanico di Roma. Pasearás por senderos que reúnen especies de todos los rincones del mundo, dejándote sorprender por imágenes que quedarán grabadas en tu memoria. Caminarás bajo elegantes palmeras que se recortarán contra el cielo romano, atravesarás un bosquete de bambú que susurra al paso, descubrirás un delicado jardín japonés y rincones cargados de historia, ligados a figuras tan singulares como Cristina de Suecia.

A muy pocos pasos, entrarás en la Villa Farnesina, donde el arte y la botánica se funden en una experiencia única. Ante los frescos de Rafael, recorrerás escenas mitológicas como la historia de Psique y Cupido, rodeadas de frutos y flores pintados con tal realismo que casi parecerán vivos, una celebración de la belleza natural llevada al máximo refinamiento artístico.

Después, te tomarás un tiempo para comer y descansar, dejando que las primeras emociones del viaje se asienten.

Por la tarde, vivirás una experiencia tan sorprendente como sugerente: te adentrarás en un jardín pintado hace más de dos mil años. Su realismo será tan intenso que tendrás la sensación de poder escuchar el canto de las aves representadas en sus muros. Lo descubrirás en el Palazzo Massimo alle Terme, una de las sedes de los Museos Nacionales Romanos.

Desde el jardín real de la mañana hasta el jardín imaginado de la tarde, cerrarás el día con una sensación de plenitud. Con todo lo vivido, te prepararás para continuar, al día siguiente, este viaje en el que la naturaleza y la cultura caminarán siempre de la mano.

Alojamiento.

Desayuno.

Este día descubrirás dos jardines que dialogan desde el contraste, dos formas casi opuestas de entender la belleza y el paisaje.

Te desplazarás hasta Cisterna di Latina para adentrarte en uno de los jardines más bellos de Europa: el Giardino di Ninfa. Caminarás entre las ruinas de una antigua ciudad medieval, donde la naturaleza habrá encontrado su lugar entre muros de piedra y vestigios del pasado. Las plantaciones, delicadas y exuberantes, rodearán el curso de un río de aguas cristalinas que atravesará el jardín como un hilo de vida. Aquí, lo frágil y lo salvaje convivirán en perfecta armonía, y sentirás cómo el tiempo parece detenerse a cada paso.

Más tarde, el viaje te llevará hasta Tívoli para descubrir la Villa d’Este, declarada Patrimonio de la Humanidad. Te adentrarás en una de las grandes cumbres del Renacimiento italiano, donde arquitectura y jardín se funden en un mismo lenguaje de orden, belleza y poder. Recorrerás sus terrazas y dejarás que el sonido del agua te acompañe entre fuentes legendarias que convierten este jardín clásico en una experiencia inolvidable.

Al regresar a Roma, la ciudad te acogerá de nuevo para pasar la noche. Con la serenidad de Ninfa aún presente y el ritmo del agua de Villa d’Este resonando en la memoria, dejarás reposar las emociones de un día tan intenso como inspirador.

Alojamiento.

Desayuno.

Desde Roma te desplazarás hasta la ciudad medieval de Viterbo, que se convertirá en tu campo base para descubrir algunos de los jardines más extraordinarios de Italia. El camino te llevará hacia un territorio donde la imaginación, el simbolismo y la naturaleza se entrelazan de forma inesperada.

Comenzarás el día adentrándote en el jardín de Bomarzo, una creación tan extravagante como fascinante, concebida en el siglo XVI. Conocido también como el Sacro Bosco, recorrerás un espacio donde nada es lo que parece. A lo largo del paseo, esculturas de formas inquietantes y tamaños colosales surgirán entre la vegetación, componiendo un escenario cargado de enigmas. Descubrirás un jardín que responde a los principios de la alquimia, donde cada figura encierra un significado oculto y donde lo racional cede paso a lo simbólico. Será una experiencia profundamente distinta a cualquier otro jardín que hayas conocido.

La segunda visita del día te conducirá a Villa Lante, un jardín tan armonioso y delicado que quedará grabado en tu memoria para siempre. Pasearás por un espacio donde la proporción y la geometría alcanzan una belleza casi perfecta, despertando admiración a cada paso. El agua marcará el ritmo del recorrido, presente en fuentes, cascadas y juegos que acompañan todo el diseño. Aquí, el diálogo entre la naturaleza cuidadosamente domada y la más libre y salvaje abrirá nuevas miradas y conversaciones.

Al final del día, regresarás a Viterbo, donde te espera una cena tranquila. Será el momento de saborear alguno de los platos de su rica gastronomía y dejar reposar las intensas emociones vividas entre jardines tan distintos como inolvidables.

Alojamiento.

Desayuno.

Desde Viterbo te desplazarás hasta Caprarola, donde te esperará una de las grandes escenografías del Renacimiento italiano: la Villa Farnese. Nada más llegar, te envolverán sus perspectivas perfectamente calculadas, que conducirán la mirada hacia el imponente palacio de planta pentagonal. Los verdes intensos de la vegetación contrastarán con la solidez de los muros palaciegos, creando una escena de equilibrio y poder difícil de olvidar.

Al adentrarte en la villa, descubrirás una sucesión de espacios cargados de significado. Ascenderás por una de las escaleras más emblemáticas del manierismo italiano y te detendrás en los innumerables detalles que revelan la ambición estética y simbólica de sus creadores, invitándote a mirar con atención y sin prisas.

Muy cerca de allí, te aguarda la segunda visita del día: el Castello Ruspoli. En sus jardines contemplarás uno de los parterres renacentistas mejor conservados de Europa, creado en 1611. Sus diseños, orgánicos y entrelazados, parecerán tejidos con ramas y hojas, como si la propia naturaleza hubiese sido guiada con mano experta. Tras recorrerlos, sentirás el deseo casi inevitable de prolongar la experiencia y pasar la noche en este castillo transformado en palacio.

Al final de la jornada, regresarás a Viterbo para descansar y dejarte llevar por un paseo tranquilo por sus calles medievales, especialmente por el barrio de San Pellegrino, donde la historia y la vida cotidiana se funden en una atmósfera única.

Alojamiento.

Desayuno.

Este día descubrirás una forma de entender el jardín completamente distinta, concebida como una obra de arte total. Te adentrarás en el universo creativo de la artista francoestadounidense Niki de Saint Phalle, cuya visión dio forma a lo que se considera su obra maestra.

Para visitarlo, abandonarás el Lacio y te adentrarás en la luminosa Toscana, donde se alza el Jardín del Tarot (Il Giardino dei Tarocchi). Recorrerás un espacio vibrante y onírico, poblado por construcciones monumentales llenas de color, símbolos y formas que parecen surgir de un sueño. Explorarás sus figuras y dejarás que la imaginación te acompañe, tratando de intuir las múltiples fuentes de inspiración que dieron vida a este lugar único. Quizá, tras el viaje vivido hasta ahora, ya puedas aventurar algunas de ellas.

Al final del día, regresarás a Roma. Desde aquellos frescos milenarios que contemplaste en la capital italiana hasta este jardín contemporáneo, sentirás cómo tu manera de mirar la jardinería habrá cambiado para siempre, ampliando los límites entre naturaleza, arte y emoción.

Alojamiento.

Desayuno.

Regresarás a Madrid desde Roma con la mente y el corazón colmados de belleza y emociones. Llevarás contigo la huella de jardines muy distintos entre sí, de paisajes soñados y reales, y una nueva forma de mirar la relación entre la naturaleza, el arte y el tiempo.

¡Hasta la próxima!