En el techo del mundo

Habrá llegado, por fin, el día que llevabas tiempo esperando. A la hora indicada te dirigirás al aeropuerto y embarcarás rumbo a Pekín, la imponente capital del Imperio del Centro.

Mientras el avión despegue, sentirás cómo comienza a abrirse ante ti una aventura única: un viaje que te llevará desde el asfalto familiar hasta una de las culturas más antiguas y fascinantes del planeta. Te prepararás para descubrir una ciudad llena de contrastes, donde lo milenario convive con lo moderno en un equilibrio tan inesperado como vibrante.

Pasarás la noche a bordo.

Darás la bienvenida a China al aterrizar en Pekín, una ciudad que te recibirá con la intensidad de su historia y la energía de su presente. Allí te estará esperando nuestro representante, quien te acompañará hasta tu hotel para que puedas empezar a conectar con la esencia del país sin prisas y con la tranquilidad que merece el inicio de esta gran aventura.

Tendrás el día libre para recuperarte del viaje, adaptarte al ritmo local y dejar que tus primeras impresiones de la ciudad empiecen a tomar forma.

Disfrutarás de la cena y descansarás en tu alojamiento, preparándote para explorar, muy pronto, una de las capitales más fascinantes del mundo.

Cena y Alojamiento.

Desayuno y cena.

Hoy vivirás uno de los días más impactantes de tu estancia en China. Después del desayuno, te adentrarás en dos de los lugares más emblemáticos y poderosos del país.

Comenzarás ascendiendo a la Gran Muralla, en su zona de Mutianyu o Badaling. Subirás en teleférico mientras las montañas se despliegan bajo tus pies, y caminarás por sus tramos restaurados, sintiendo cómo la historia te envuelve en cada torre y cada piedra. Desde lo alto, las vistas panorámicas te recordarán por qué este es uno de los grandes prodigios de la humanidad.

A mitad del día disfrutarás de un almuerzo local, una pausa perfecta para saborear la gastronomía china antes de continuar explorando.

Por la tarde te acercarás a Dingling, uno de los grandes mausoleos de las Tumbas Ming. Descenderás a sus cámaras subterráneas, un espacio cargado de silencio y simbolismo, donde los emperadores descansaron rodeados de rituales y leyendas.

Regresarás a la ciudad para cenar y descansar en tu alojamiento, todavía con la sensación de haber tocado algunos de los capítulos más profundos de la historia china.

Alojamiento.

Desayuno y cena.

Hoy seguirás adentrándote en la grandeza histórica y espiritual de China. Comenzarás la mañana explorando el Templo del Cielo, el lugar donde los emperadores de la dinastía Ming y Qing acudían para pedir buenas cosechas. Caminarás entre sus amplias explanadas ceremoniales y contemplarás el majestuoso Salón de Oración por las Buenas Cosechas, una de las construcciones más simbólicas y armoniosas del país.

Después, te adentrarás en la mítica Ciudad Prohibida, el corazón del poder imperial durante siglos. Cruzarás puertas monumentales, recorrerás patios inmensos y te perderás entre palacios donde aún resuena el eco de antiguas dinastías. Cada rincón te revelará fragmentos de una historia que marcó el destino de toda China.

Tras un almuerzo local, continuarás hacia el Palacio de Verano, un refugio de emperadores que combina jardines delicados, colinas, pabellones y un inmenso lago que refleja el cielo. Pasearás por sus senderos y puentes mientras descubres uno de los entornos más bellos y apacibles de Pekín.

Al finalizar el día, regresarás a tu alojamiento para cenar y descansar, con la sensación de haberte sumergido en la esencia más profunda y refinada de la cultura china.

Alojamiento.

Desayuno y cena.

Después del desayuno te trasladarás al aeropuerto para tomar el vuelo que te llevará a Lhasa, la capital espiritual del Tíbet. Aterrizar allí será mucho más que llegar a un nuevo destino: sentirás que entras en un mundo donde la tradición, la fe y la montaña conviven en un equilibrio casi sagrado.

Te alojarás en tu hotel y, una vez instalado, comenzarás a descubrir la ciudad. Te acercarás al imponente Palacio de Potala, el corazón latente del budismo tibetano y antiguo hogar del Dalái Lama. Subirás con calma sus cientos de escalones, dejando que el ritmo pausado te ayude en la aclimatación, y recorrerás sus salas, capillas y estancias ceremoniales, un lugar donde cada rincón respira historia y espiritualidad.

Por la tarde regresarás al hotel para descansar y permitir que tu cuerpo se adapte a la altitud, un paso esencial para comenzar tu gran travesía por el techo del mundo.

Alojamiento.

Desayuno y cena.

Comenzarás el día con el desayuno en el hotel antes de realizar uno de los pasos más importantes del viaje: la obtención de los carnés de conducir chinos, imprescindibles para poder rodar por las carreteras del Tíbet. Estarás acompañado en todo momento para que el proceso sea ágil y sencillo.

Después continuarás con algunas visitas programadas en Lhasa, permitiéndote seguir absorbiendo la esencia de la ciudad y su ritmo espiritual mientras te preparas para lo que vendrá.

Más tarde llegará uno de los momentos más emocionantes: la entrega de los vehículos. Conocerás las motos BMW y los coches todoterreno que te acompañarán durante esta travesía legendaria. Ajustarás el equipaje, revisarás cada detalle y dejarás todo listo para partir mañana temprano hacia las montañas más altas del planeta.

Cenarás y descansarás en tu hotel, sintiendo cómo la expectativa crece: la aventura sobre ruedas está a punto de comenzar.

Cena y alojamiento.

Desayuno y cena.

Desayunarás en el hotel y, temprano, te pondrás en marcha conduciendo en caravana hacia el oeste, dejando atrás Lhasa y adentrándote en el corazón del Tíbet. Gustavo liderará el grupo, mientras el vehículo de asistencia cierra la caravana, asegurando que todo avance con fluidez y que tus pertenencias viajen seguras.

El tráfico será ligero en la carretera principal, y pronto alcanzarás el desvío que marca el inicio de la subida al puerto de montaña de Yamghu. Al llegar a la cima, te detendrás en la plataforma de estacionamiento para contemplar el lago Yamzho, cuyas aguas parecen fundirse con el cielo, y sentirás la magnitud de la altitud y del paisaje que te rodea.

Descenderás y te detendrás para conocer a los majestuosos mastines tibetanos, guardianes silenciosos de estas tierras. Continuarás bordeando el lago antes de llegar a uno de los momentos más impactantes del día: el espectacular glaciar de Nojin Khasgan, donde la fuerza de la naturaleza se muestra en toda su grandeza.

Finalmente alcanzarás Shigatse, la segunda ciudad más importante del Tíbet, hogar del imponente monasterio de Tashilhunpo, sede del Panchen Lama. Allí descansarás y reflexionarás sobre el primer tramo de tu gran travesía, antes de alojarte y prepararte para los días de aventura que aún te esperan.

Alojamiento.

Desayuno y cena.

Desayunarás en Shigatse antes de poner rumbo a Tingri, adentrándote en parajes que son pura esencia tibetana. La carretera se abrirá ante ti con largas rectas que parecen dibujar el horizonte y tramos de curvas que serpentean entre montañas y valles infinitos. En el camino atravesarás puertos de montaña que te mostrarán panorámicas de altura, y te detendrás en un pueblo tradicional para disfrutar de un almuerzo auténtico, sintiendo la vida local en cada gesto y sonrisa.

Más adelante, entrarás en el Parque Nacional del Everest, conocido como Qomolungma en tibetano, donde la grandeza del paisaje empezará a envolver tus sentidos. Cada kilómetro que avances te acercará más al gigante de hielo y roca que ha fascinado a la humanidad durante siglos.

Por la tarde alcanzarás Tingri, donde pasarás la última noche de aclimatación antes del gran ascenso al Campo Base del Everest. Todos los alojamientos están equipados con oxígeno en las habitaciones, garantizando que descanses plenamente y que tu cuerpo esté preparado para la altura.

Alojamiento.

Desayuno y cena.

Hoy recorrerás una etapa corta, pero de una espectacularidad incomparable. Saldrás de Tingri y te adentrarás en la zona más restringida del Parque Nacional del Everest, ascendiendo por el puerto de montaña de Dang La. Al llegar a la cima, tus ojos se abrirán ante un panorama sobrecogedor: desde allí contemplarás cinco gigantes de más de ocho mil metros, entre ellos el mismísimo Everest, Lhotse, Cho Oyu, Makalu y Shishapangma, y decenas de picos de más de siete mil metros que se elevan imponentes sobre el horizonte. Cada montaña parece contarte historias de siglos de hielo y roca.

Finalizarás la etapa junto al monasterio de Rongbuk, el más alto del mundo, situado a los pies del Everest. Allí, el aire es puro, el silencio profundo y la sensación de estar en el techo del mundo te acompañará en cada paso. El último tramo hasta tu alojamiento lo realizarás en autobuses eléctricos, respetando la naturaleza y la tranquilidad del lugar.

Pasarás la noche en el monasterio de Rongbuk, con la cima del Everest observándote desde la distancia, y despertarás mañana en un lugar que pocos humanos han tenido la oportunidad de tocar.

Alojamiento.

Desayuno y cena.

Despertarás con la imagen del Everest grabada en la memoria y, tras el desayuno, comenzarás el descenso desde el Campo Base, retomando tus vehículos para recorrer nuevamente el puerto de Dang La, ahora en sentido contrario. Cada curva y cada altitud te recordarán la grandeza del entorno y la aventura que estás viviendo.

Pasarás por Tingri y, dejando atrás el Parque Nacional del Everest, continuarás hasta Shigatse. Allí te recibirán los silenciosos muros y las torres del monasterio de Tashilhunpo, uno de los templos budistas más grandes y emblemáticos del Tíbet. Te adentrarás en sus patios y pasillos, absorbiendo la espiritualidad que emana de cada rincón y entendiendo la conexión profunda entre este lugar y la cultura tibetana.

Alojamiento en Shigatse, con la sensación de haber vivido días intensos en uno de los lugares más extremos y extraordinarios del planeta.

Alojamiento.

Desayuno y cena.

Hoy te adentrarás en una de las zonas más desconocidas del Tíbet, incluso para sus propios habitantes. Las carreteras se abrirán entre paisajes que parecen suspendidos en el tiempo, lagos de agua cristalina y curvas que invitan a sentir cada instante de la conducción. Este territorio, solitario y casi intacto, dejará una huella profunda en tu memoria y en tus sentidos.

Al final del día alcanzarás la población más cercana al Lago Namuco, conocido como el “lago celeste”. A 4.718 metros sobre el nivel del mar, este lago salado es uno de los más sagrados del Tíbet y el segundo en tamaño después del Lago Qinghai. Sus cinco islas deshabitadas, históricamente utilizadas por peregrinos para retiros espirituales, y su superficie que se congela en invierno, te recordarán la conexión milenaria entre naturaleza y espiritualidad en estas tierras.

Pasarás la noche en esta población, con la sensación de haber explorado un rincón remoto donde la esencia tibetana se muestra en todo su esplendor.

Alojamiento.

Desayuno.

Desayunarás con la tranquilidad de quien sabe que hoy culmina una experiencia única. Antes de partir, visitarás el Lago Namuco, una reserva de la biosfera donde colonias de aves migratorias llenan el cielo de movimiento y color, recordándote la riqueza natural y espiritual de estas tierras.

Retomarás la carretera principal que conecta con el centro de China y regresarás a Lhasa, dejando atrás paisajes que permanecerán grabados en tu memoria para siempre. Al llegar a la capital del Tíbet, tendrás tiempo para realizar las últimas compras y empaparte una vez más del ambiente extraordinario de la ciudad.

Por la noche, celebrarás la cena de despedida, compartiendo impresiones y recuerdos de esta aventura que te habrá llevado a los rincones más elevados y remotos del mundo. Alojamiento en Lhasa, con la sensación de haber vivido un viaje que cambiará tu manera de mirar el Tíbet y sus montañas para siempre.

Alojamiento.

Desayuno.

Como todo lo bueno, esta aventura también llegará a su fin. Después del desayuno, te trasladarás al aeropuerto de Lhasa para tomar el vuelo de regreso a casa, con escala en Pekín.

Mientras sobrevolarás las montañas tibetanas y el paisaje se aleje bajo tus pies, llevarás contigo la sensación de haber vivido algo extraordinario: carreteras infinitas, lagos sagrados, glaciares colosales y la majestuosidad del Everest, todo acompañado por la mirada experta y la experiencia de Gustavo Cuervo.

Hasta la próxima aventura.