Viajes a Mascate

Basta con aterrizar en Mascate para entender que hay ciudades que no necesitan rascacielos para deslumbrar. Aquí, las cúpulas doradas se asoman entre montañas, el aire huele a incienso y los atardeceres tiñen de rosa el mar Arábigo. Imagina pasear por el zoco de Mutrah, entre telas bordadas, lámparas de cobre y ese murmullo envolvente de los comerciantes. Muy cerca, el Palacio Real Al Alam se alza entre dos fortalezas portuguesas como salido de una postal.

¿Sabías que en Omán las mezquitas no son solo lugares de oración? También son joyas arquitectónicas que reflejan la calma, la espiritualidad y la belleza del país.

Y justo cuando crees que ya lo has visto todo en Mascate… aparece ella: la imponente Gran Mezquita del Sultán Qaboos. Mármol blanco, cúpulas doradas, una lámpara de Swarovski gigantesca y la segunda alfombra persa más grande del mundo. Incluso si no practicas la religión, te va a dejar con la boca abierta.

Omán es auténtico, sereno y aún poco explorado. Y Mascate, su capital, es la puerta perfecta para perderse sin perderse. ¿Te animas a descubrirlo?