Aunque se mantenga oculta a los pies del imponente Machu Picchu, el turismo en Cuzco bien merece una oportunidad. Desde vivir el corazón moderno de la ciudad en la Plaza de las Armas hasta entrar en una catedral que tardó más de 100 años en construirse, la que fue capital del imperio inca esconde muchos secretos, lugares de interés y unos alrededores que hay que visitar: fortalezas incas que presumen de ser únicas en el mundo como la de Sacsayhuaman, ruinas convertidas en fortalezas rojas en Puca Pucara o un Valle Sagrado que alberga yacimientos tan famosos como las ruinas de Pisac.
“Cuando creías que todos los caminos llevaban a Roma aparece Cuzco, porque… ¿sabías que esta ciudad es el ombligo del mundo?”
Pero estamos en Perú y aquí se come muy bien. Porque si hay algo que no hay que perderse en Cuzco es un buen cuy, o conejillo de indias, acompañado de un sabroso pisco sour. Porque sí, esta antigua capital tiene todo para retener al viajero. Y, ¿por qué si no los españoles construyeron allí palacios, iglesias y las plazas que rezuman vida hoy en día? Caminar y perderse por sus calles, empaparse de una cultura milenaria y codearse con sus gentes han hecho de Cuzco la capital histórica de Perú.