¿Te imaginas un lago de aguas tan claras que parecen casi un espejo, rodeado por pueblos de enorme tradición maya y nada menos que tres volcanes? Es lo que encontrarás en tu viaje al Lago de Atitlán, considerado uno de los más hermosos del mundo y donde siempre encontrarás qué hacer. Los paseos por sus montañas y volcanes se convertirán en el escenario perfecto para tu cámara y, para los que se atrevan a más podrán lanzarse en enormes tirolinas y disfrutar de una auténtica vista de pájaro del paisaje de la zona.
"Que sí, que sí, que dicen que este es el lago más bonito del mundo"
La iglesia de Santiago de Atitlán es la prueba del carácter maya de los habitantes de la zona, al tener motivos de su cultura escondidos en su retablo. De este modo rezan a modo cristiano sin dejar de profesar su religión. Y si de religión hablamos, alucinarás con Maximón o San Simón, una talla de madera que representa a una deidad que los indígenas agasajan con tabaco y alcohol. Pero el momento más mágico que se puede disfrutar en un viaje al Lago de Atitlán ocurre a mediodía, cuando se suelen formar remolinos y olas en el agua que los mayas asocian a la limpieza de los pecados de los hombres. ¿Te animas a descubrir una de las zonas más indígenas de Guatemala?