Si hay algo que caracteriza a esta ciudad es que, si hacen algo, lo hacen bien y a lo grande. Con más de 300 iglesias, el carnaval más grande del mundo y con el Elevador Lacerda, el ascensor más largo del mundo que conecta las partes alta y baja de la ciudad, Salvador de Bahía no te dejará de sorprender en ningún momento. Tienes que vivir la capital de la alegría, desde el centro histórico “Peleourinho”, pasando por el Faro de Barra y los míticos vendedores que lo rodean, hasta el Lago de los Dioses y el conocido espectáculo de Candomblé, son muchísimos los lugares de interés que esconde la que fue capital la brasileña.
“¡Bienvenidos a la que fue la primera capital de Brasil!”
Muévete al ritmo de los tambores de Olodum, disfruta de un atardecer desde el Museo de Arte Moderno, o aprovecha para llenar la maleta de regalos típicos en el Mercado Modelo, porque Salvador de Bahía tiene cosas que hacer para todos los gustos, edades y bolsillos. Y no te podrás ir sin probar el agua de Porto de Barra, Ondina, o cualquiera de las muchísimas playas que tienen, que, si tan llenas están durante todo el año, por algún motivo será. ¡Ni ellos mismos pueden aguantarse!