¿Selva? ¿Negra? La primera pregunta tiene una respuesta clara: la Selva Negra no es una selva, es un macizo montañoso en la región de Baden-Württemberg, fundado hace 130 años, que ocupa 11.400 kilómetros cuadrados y que llega hasta el Rin limitando con Suiza y Francia. La ciudad de Friburgo es la puerta de entrada a esta región del sur de Alemania, rodeada de bosques misteriosos, con lagos brillantes y aldeas de cuento.
"Una cadena montañosa que ni es selva ni es negra. ¡Descubre por qué!"
Pero sí, viajar a la Selva Negra es descubrir uno de los rincones más silvestres del país, en el que destaca el majestuoso lago Titisee, donde la mitad de la región está ocupada por dos parques naturales, declarados Reserva de la Biosfera por la Unesco. El romántico pueblo de Baden-Baden es una parada obligatoria, donde se puede probar la famosa tarta Selva Negra que ¡ojo! No es de chocolate negro, si no de cereza. ¿Te vienes a descubrir todos los enigmas que hay detrás de un viaje por la Selva Negra?
