Viajar a Líbano con el único objetivo de conocer sus templos y sus ruinas fenicias es un plan estupendo, sin embargo, ir más allá de lo visible es lo que hace que este viaje merezca realmente la pena. Visita la Gruta de Jeita recorriendo sus profundidades y descubre en el submundo ¡una de las civilizaciones más antiguas de la historia! ¡No tardarás en darte cuenta de que es una experiencia incomparable! A tan solo 18 kilómetros de la capital, en el Valle de Nahr al-Kalb, un auténtico paraíso geológico te espera. Explorarlo a pie o en barca es decisión tuya. Termina la jornada adentrándote en la Sala Roja o en la impresionante Cámara Blanca, donde la concentración de sal hace que la roca parezca cubierta de espuma.
"¡Durante la Prehistoria esta gruta ya estaba habitada!""
Déjate impactar por la cueva más larga de Oriente Próximo y olvídate de pasar frío o calor. ¡La temperatura aquí se mantiene siempre por encima de los 16º! Seleccionada como una de las futuras Siete Maravillas Naturales del Mundo, visitar la Gruta de Jeita es todo un “must” en cualquier viaje a Líbano, un "must" que además se puede completar con un paseo en teleférico a través del valle en el que se encuentra. Ya ves, ¡no todos los paraísos están en el cielo!