Pekín no es sólo turismo en la muralla china o comer pato laqueado, sino que es una ciudad mágica y particular enfundada en mitos y tradiciones en la que todavía se puede sentir un pasado caracterizado por emperadores con ascendencia divina y templos protegidos por dragones. Mientras exploras todo lo que tienes que ver notarás que Beijing ha logrado crear la combinación perfecta entre el ritmo agitado de zonas como Sanlitun y la vida tradicional de los barrios tradicionales hutongs.
“Siéntete afortunado de poder entrar en la Ciudad Prohibida, ¡hasta 1911 nadie podía entrar ni salir sin el permiso del emperador!”
Hay lugares que ver en Pekín tan conocidos e imprescindibles como la Ciudad Perdida y otros menos populares pero igual de bonitos como el Templo del Cielo, pero si lo que quieres es darle un toque de diversión a tu viaje a China pon a prueba tus habilidades con el regateo en el Mercado de la Seda Xiushui, deslízate por un tobogán en la muralla china, recorre los alrededores de la Torre del Tambor a bordo de un carro asiático a pedales rickshaw y prueba el escorpión en el mercado nocturno Wanfuging. ¡No te olvides de quitarle el aguijón!