La isla de Djerba o Yerba ya era una joya del Mediterráneo en la antigüedad. En la Odisea, Homero ya la describió como una isla donde Ulises y sus hombres evitaron comer unos frutos con sabor a miel y que harían que nunca quisieran abandonar el lugar. ¿Se referiría el sabio griego a los dátiles? Lo que es cierto es que, lo comas o no, nunca querrás que tu viaje a Djerba termine nunca. Situada en la parte sur de la costa tunecina, no será difícil llegar hasta este paraíso mediterráneo en el que luce el sol casi todo el año. ¡Los romanos ya construyeron una carretera para llegar hasta ella!
"¡Bienvenidos a la isla de las 100 mezuitas!"
Una de las cosas que hacer en la que se conoce como “Isla de las Cien Mezquitas” es, sin duda, dar un paseo en camello entre sus casas pequeñas y blancas con forma de cúpula, llamadas menzels. Y si encima la visitas en verano, no te pierdas el Festival de Ulises, dedicado al cine internacional. Déjate llevar por el encanto artesano tunecino en tu viaje a Djerba y recorre durante horas los zocos de Hom Sout, la capital de la isla.