Desde Amalfi, la joya de la corona de la costa italiana, con sus acantilados, playas, edificios históricos y paisajes de ensueño hasta pueblos que parecen salidos de un cuento como Ravello, Positano o Maiori, un viaje por la costa amalfitana es algo así como asomarse a un balcón con vistas a un mar azul intenso y a unas montañas que parecen haber sido coronadas por los pueblos más pintorescos.
“Algo tendrá que tener el pueblo de Amalfi para haberle puesto nombre de toda una costa, ¿no?”
Hay tantos lugares que visitar en la costa amalfitana que una de las mejores opciones es hacer una ruta en coche y recorrer las serpenteantes carreteras al ritmo del viajero. El pequeño y desconocido pueblo de Sorrento es de esos lugares en los que bañarse en al mar o tumbarse en la arena no parece ser igual que en el resto de playas de la costa amalfitana mientras que Salerno tiene un encanto histórico que se palpa en cada esquina de su casco antiguo. ¿Y la gastronomía? La costa está llena de pequeñas trattorias en las que degustar la auténtica cocina del sur de Italia.