La Roca del León puede presumir de ser uno de esos grandes tesoros que hay que ver en Sri Lanka. Alzándose monumental entre jardines y piscinas naturales, se ha convertido en uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del país y uno de esos puntos de interés que hay que visitar en un viaje a la antigua Ceilán. Lo más impresionante de su fachada son sus enormes garras de león esculpidas como polizontes en la misma piedra. Pero esta roca es mucho más, son las ruinas de un antiguo palacio, un monasterio y diversas cavernas, que la recorren como pasadizos.
“El palacio que corona la roca del león es el más antiguo que se conserva en Sri Lanka”
Una visita a este lugar tan místico va desde los Jardines Reales, unos de los más antiguos del mundo, hasta la cumbre de la gran Roca de Sigiriya, coronada por las ruinas antiguas de un complejo palaciego rodeado de estanques, pasando por todas sus cuevas, cubiertas por unas pinturas muy características y de origen dudoso. Llegar hasta la cima es todo un regalo que te deleita con unas vistas increíbles de este entorno natural y te permite apreciar la abrumadora dimensión de la roca. ¡Déjate sorprender por esta enorme atalaya del mundo antiguo!