Viajar a Colonia del Sacramento es hacer un recorrido en el tiempo, es pasear entre sus coloridas casas y es pisar las calles adoquinadas. La herencia colonial portuguesa, junto al toque español, hacen de esta ciudad la joya del país. Contemplar la Basílica del Santísimo Sacramento y descubrir que fue la primera en construirse en Uruguay y dejarse inundar por el aroma de las flores que adornan las ventanas hacen que el viajero caiga rendido a los pies -o piedras- de la ciudad.
“Una mezcla de arquitectura portuguesa y española convertida en una joya colonial”
Subirse a lo más alto del faro, junto a las ruinas de un convento franciscano, y disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad, perderse por las calles mientras te cruzas con coches de los años 50 o simplemente tomarse un mate contemplando la puesta de sol en el Río de la Plata son experiencias de esas que no se olvidan. Porque sí, un viaje a Colonia del Sacramento es comprobar que la vida también puede ser tranquila, pausada. ¿Será por eso que esta ciudad parece estar anclada en el tiempo?