Si ya lo dice su nombre, el país de la pura vida es, sobre todo, una tierra rica en costas. Unas costas bañadas por el mar Caribe al este y por el océano Pacífico al oeste y que son un uno de los imprescindibles que hay que ver en Costa Rica: playas de lo más paradisiacas te están esperando a ambos lados del país para enseñarte sus aguas cristalinas, sus formaciones coralinas, selvas que casi se adueñan de sus arenas blancas o manglares y ríos que casi forman parte de ellas. Porque sí, en Costa Rica las playas tienen un carácter diferente.
“¿Qué se puede esperar de un país que está bañado por dos de las aguas más impresionantes del mundo? ¡El mar Caribe y el océano Pacífico son tierra tica!”
Desde playas tan auténticas como la de Santa Teresa, frecuentadas por los ticos, hasta la playa de Manuel Antonio, considerada una de las mejores playas de Costa Rica, por no decir la mejor, sin olvidarnos de otras más escondidas como la playa Naranjo, silvestres como la de Gandoca o más conocidas como la de Tamarindo. Porque, aunque no sea grande, Costa Rica puede presumir de tener playas para cualquier tipo de viajero. Para las familias, para los surfistas, para los solitarios, para los aventureros… Porque sí, ¡Costa Rica es Pura Vida!