Espectacular
Viajamos a Hanoi para luego ir a la bahía de Halong, continuando a Hoi An antes de pasar a Siem Reap, ya en Camboya, para terminar nuestro viaje en Bangkok.
El viaje fue de menos a más. Hanoi es vibrante, sorprendente y con mucha vida.
El crucero por la bahía de Halong es realmente increíble, maravilloso!! Llegamos al puerto para coger el crucero. El que teníamos reservado era un barco para poca gente, con mucho encanto y con todo tipo de lujos y detalles. Nos atendieron con gran amabilidad. Desde que llegas te asignan tu asistente que cuida de ti todo el viaje. Una vez que sales del puerto, no puedes dejar de mirar los paisajes. Te quedas con la boca abierta. La comida fue excelente, de una gran calidad y muy abundante. Lo mejor, en mi opinión, llegaría con la excursión en kayak. Navegar por esas aguas tan tranquilas es una experiencia inolvidable. Una mezcla de paz y asombro, a la vez que te hace sentir en un paraíso. Eché de menos pasar una noche más a bordo. A continuación fuimos para Hoi An. La ciudad desprende encanto por todos sus rincones. Ciudad tradicional, llena de colorido, farolillos de colores y muy orientada al turismo. Llena de tiendas, cafés y restaurantes. Pasear por sus callejuelas por la mañana, antes de que se inunde de turistas es realmente una gozada.
Siguiente parada, Camboya. Siem Reap está lleno de contrastes. Por un lado ves infra viviendas, calles sin asfaltar y pobreza, todo junto a resorts de 5 estrellas para el turista extranjero, que es quien puede pagarlo. El centro de la ciudad, la zona de Pub Street, está llena de pubs y restaurantes, a un precio muy asequible pal extranjero, prohibitivo para los locales, que no paran de ofrecerte sus servicios de masajes, tuc tuc, venta de todo y de servicios más sórdidos. Un poco pesados pero si les dices que no, te dejan en paz rápidamente, no te darán problemas, Pero a Siem Reap no se va por sus restaurantes ni por sus pubs. A Siem Reap se va para visitar el complejo de Angkor. Casi todo el mundo va en tuc tuc. A nosotros nuestro guía nos recomendó ir en todoterreno, y desde luego que llevaba razón. Angkor es inmenso, y la distancias entre templos son enormes (de varios kilómetros). Con el calor que hacía, en el todoterreno con aire acondicionado y agua fría hicimos la visita realmente de lujo. El complejo de templos es impresionante!! Sorprende lo grande que es, la cantidad de esculturas y relieves que se conservan, y el entorno en el que está situado, en toda una selva, lo convierte en algo único. Angkor Wat es el más famoso, y no decepciona. Es majestuoso, mágico, realmente te deja sin palabras, pero no es el único. La zona de Angkor Thom, con El templo de Bayon (el de las caras sonrientes), es de lo más bonito que tiene. El segundo día nos fuimos a visitar los templos más alejados (Banteay Srei Temple, o templo de las mujeres), llamado así por la exquisitez de sus relieves y la delicadeza en sus detalles. Aquí no hay tanto turista por la dificultad en llegar, pero merece mucho la pena verlo casi sin gente y disfrutarlo porque es realmente maravilloso.
El tercer día fuimos ya sin guía a ver otros templos del llamado circuito largo en un tuc tuc (15 dólares por llevarnos toda la mañana de visitas).
El final de nuestra viaje eran dos días en Bangkok. La ciudad es una un conserva una mezcla de tradiciones un sorprende cuando llegas. Entre rascacielos modernos te encuentras puestos de comida y te puedes perder por sus callejuelas con casas bajas.
Los templos y el palacio real no son nada destacable. Mucho dorado, muy masificado y no nos llamó demasiado la atención. A Bangkok no veníamos por sus monumentos. Queríamos conocer y explorar la ciudad y fue lo que hicimos. Adentrarse en China Town, o pasear por Siam y Silom, los barrios más modernos y concurridos por los locales donde tienes las tiendas más cool y puedes ver todo tipo de look y gente por la calle.
Subimos al Mahanakhon Skywalk. Si no tienes vértigo, es una pasada, impresionante. La terraza, con música en directo y posibilidad de tomar algo, es muy agradable. Recomendable al atardecer.
El night market nos decepcionó bastante. Ambiente bastante turbio con chicas en la puerta de todos los clubes para contratar sus servicios al lado del mercado de falsificaciones donde tienen de todo. Hay que verlo, pero desde luego no era lo que buscábamos.
En todo el viaje, las comidas en los tres países nos ha encantado.
Los hoteles maravillosos todos. Si tengo que elegir alguno, me quedo con el de Hoi An (Hoi An Central Boutique). Espectacular!
Y para terminar, mención especial al servicio prestado por la agencia en destino. Los traslados son con chofer y guía de habla hispana, que te llevan al hotel y te ayudan hasta que has hecho el check in sin problemas. A la vuelta igual, te acompañan en el aeropuerto por si tienes algún problema hasta que pasas el control de seguridad.
En definitiva, el trato recibido por los guías y la agencia, de 10.
La amabilidad del personal de los hoteles y su servicio, impecable.
Un viaje inolvidable.