Si hay un lugar realmente especial que ver en esta isla, son los Tsingys de Madagascar o de Bemaraha. Este paraíso de cañones y desfiladeros de origen kárstico es todo un imprescindible para los amantes del trekking. ¡Ten cuidado! Al pasar por ahí no es de extrañar que alguna caracola se te cuele en el zapato. Y es que esta parte de Madagascar debe su inesperada riqueza marina a la era Jurásica, en la que el Índico la cubría con sus aguas.
"¿Sabías que la palabra Tsingy significa puntiagudo en malgache?"
Este Parque Nacional es el único punto del mundo por el que el ser humano puede acceder a un verdadero paisaje kárstico. Porque sí, visitar los Tsingys de Madagascar es una aventura increíble, pero lo que hace a una aventura memorable es la forma de vivirla, y Madagascar te da la oportunidad de acceder a los desfiladeros, montado en una piragua en el río Manambolo o explorar las cuevas que este ha abierto bajo los tsingys. ¿Te atreves a recorrer sus rocas afiladas o cruzar su puente colgante sobre un vacío de 70 metros?