No, no eres el único que piensa en “El rey león” cada vez que ve un Baobab. En la costa occidental de Madagascar, en la región de Menabe, el árbol de Rafiki es el protagonista. La Avenida de los Baobabs cuenta con más de sesenta ejemplares, a lo largo de sus 300 metros de extensión. Este árbol es uno de los símbolos del país, junto con el lémur, lo que convierte este lado de la “Isla de la Luna” en algo imprescindible que ver en Madagascar. Al pasar por delante de los más de doscientos baobabs comprenderás por qué es el árbol sagrado de los malgaches.
"Popularmente los malgaches conocen a los baobabs como “Renala”: Madre de la Selva"
Escucha el sonido de la naturaleza mientras recorres la Avenida de los Baobabs en su momento más mágico, el atardecer. La leyenda cuenta cómo los dioses castigaron a estos árboles a crecer con las raíces hacia arriba, a causa de su belleza, signo de soberbia. Sin embargo, su castigo no impidió a los baobabs enamorarse, retorciendo sus troncos hasta formar uno solo. Una estampa de lo más romántica, ¿no crees?