Un viaje a Perú es playa, montañas de colores y mucha selva. Son las calles empedradas de Cuzco, las casas blancas de Arequipa, un buen baile marinera y una mezcla de culturas que en pocos sitios se ve. Es comprarse un buen jersey de alpaca, sentir la libertad de estar en lo más alto del Cañón del Colca y, sobre todo, la de subirte a las enormes olas de Huanchaco y surfear hasta que toque ver el increíble atardecer desde su arena. Pero, por encima de todo, un viaje a Perú es felicidad. La felicidad contagiosa de su gente.
“¿Se necesita otra excusa para viajar a Perú que conocer una de las 10 maravillas del mundo moderno? ¡Más que justificado!”
Porque los viajes a Perú son mucho más que el turismo en el Machu Picchu, aunque esta vieja ciudadela es un imprescindible que hará que tu viaje haya merecido mucho más que la pena. Pero Perú no solo tiene infinidad de cosas que ver, sino que su gastronomía es un must que acabará de enamorar al viajero. Desde platos tan apetecibles como la sopa de quinua hasta el archiconocido ceviche… ¡solo te hará falta un poco de pisco sour para sentirte un auténtico peruano!