Navarra es ese lugar que te transporta a un mundo de pura naturaleza, desde la inmensidad del bosque de la Selva de Irati pasando por una ruta a través del casi desértico Parque Natural de las Bardenas Reales, hasta llegar al Nacedero de Urederra, ese caribe navarro que te extasía los sentidos. Porque viajar a Navarra es pasear a orillas del Bidasoa y avistar Francia sintiendo España. Es vivir la época medieval desde el Palacio Real de Olite, uno de los lugares de interés de la comunidad. Es pasear por las antiguas calles de Pamplona y hacer pequeños descansos para deleitar tu paladar con su deliciosa chistorra, su tradicional cordero y su mítico pacharán.
“En Navarra la naturaleza es mágica, y no en sentido figurado”
Pero más allá de la gastronomía, el turismo rural de Navarra es mágico, por eso las brujas eligieron este destino para esconderse siglos atrás. Es jugar al escondite en las cuevas de Zugarramurdi, donde se hacían los famosos aquelarres o adentrarte en los Cañones Foz de Lumbier y sentirte minúsculo surcando en canoa el río Irati. Porque visitar Navarra es dejarse caer en el paraíso de los ecosistemas, es pasar del seco desierto al frondoso y verde bosque. Porque Navarra se vive esperando con ansias el Chupinazo y con la adrenalina por las nubes corriendo detrás de un toro. ¡Porque en Navarra hay mucho que visitar!