Tumbarte en la arena y estremecerte cuando el mar te roce la punta de los dedos mientras el sol torna tu piel oscura es una de las mejores sensaciones del mundo y tienes miles de kilómetros de costa española donde puedes hacerla realidad. Desde las calas de Macarella y Macarelleta enmarcadas por acantilados hasta la playa de Las Catedrales donde las rocas crecen imponentes desde el frío Cantábrico, pasando por la playa interior de Gulpiyuri, donde sus 50 metros dejan de ser arena y mar para convertirse en una piscina salvaje cuando sube la marea.
“¿Sabías que cuatro de las mejores playas del mundo están en España?”
Porque las playas paradisíacas españolas son calma y naturaleza en la playa de los Genoveses del Cabo de Gata, son volcánicas, negras y salvajes como la playa de Benijo y son los arenales vírgenes de la playa de Bolonia donde puedes cruzar el estrecho con la mirada sin dejar atrás el mediterráneo español. Pero si tienes alma de surfista busca las mejores olas en Mundaka, en la playa de Somo o sobre el fondo volcánico de El Quemao, donde la fuerza del Atlántico engulle la blanca arena de Lanzarote. Porque las playas de España son un paraíso ibérico bañado por dos mares y un océano y por historia y cultura guardadas en cada piedra y grano de arena que lo cubre.